Problemas de salud relacionados con la deshidratación

Deshidratación - La deshidratación puede dañar el cuerpo

La mayoría de nosotros bebemos muy poco porque a menudo subestimamos la importancia del agua. Presión arterial baja, mareos, falta de concentración: todos estos pueden ser síntomas de deshidratación. La falta de agua puede ser una verdadera prueba de estrés para nuestro organismo, especialmente cuando nuestro día a día es estresante. Las consecuencias de la deshidratación son múltiples, pero cada una de ellas puede tener graves consecuencias para nuestro organismo. Los dolores de cabeza por falta de agua suelen ser el comienzo inofensivo.

Dependiendo de cuánto haya progresado la deshidratación, el grado puede conducir a trastornos leves o graves del bienestar o la salud. También puedes saber rápidamente si estás deshidratado al orinar: si la orina se vuelve más oscura, esto indica que hay falta de agua en el cuerpo. Si la falta de agua supera un cierto umbral, puede conducir a una presión arterial baja o, después de cierta etapa, puede ocurrir un daño grave: puede ocurrir el shock por deficiencia de volumen que amenaza la vida.

La falta de agua en el cuerpo, también conocida como deshidratación o deshidratación, puede ocurrir cuando una persona suministra a su cuerpo muy poco líquido o pierde demasiado líquido o ambos al mismo tiempo. La deshidratación puede ser causada por: hábitos de bebida desfavorables, enfermedades, lesiones y el uso de ciertos medicamentos. Muchos de nosotros tampoco sabemos cuánto es mejor beber por día y qué aumenta o disminuye la necesidad de líquidos. Si hay una emergencia, los afectados deben beber más o, en casos extremos, se debe eliminar la deshidratación mediante una infusión. En este último caso, a menudo hay que suministrar las sales o electrolitos que faltan.

Falta de agua: ¿te ha afectado?

  • Sed, boca seca y lengua seca
  • Dolor de cabeza
  • falta de concentración
  • fatiga, debilidad
  • mareo
  • Orina muy coloreada a oscura, disminución de la cantidad de orina
  • Picazón en la piel seca
  • Labios frágiles a agrietados
  • pérdida de peso

En calor y esfuerzo físico, el riesgo de deshidratación puede aumentar porque el cuerpo puede producir muy poco o nada de sudor.

Falta persistente de agua: cuando se produce deshidratación.

Si hay falta de líquido por un período de tiempo más largo, se produce una deshidratación severa, conocida como deshidratación. Esta forma de deshidratación puede paralizar muchas funciones corporales importantes. Notas que las mucosas están más secas y aumenta el riesgo de infecciones respiratorias. Las heridas sanan más lentamente, otras consecuencias pueden ser:

  • Fuerte disminución en la cantidad de orina.
  • Presión arterial baja debido a la disminución del volumen sanguíneo.
  • Constipación crónica
  • Dolor de riñón, trastornos de la función renal
  • calambres musculares, convulsiones
  • Mayor riesgo de que se formen coágulos de sangre (trombos) e impidan o bloqueen el flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos (trombosis, tromboembolismo)

Deshidratación severa y sus consecuencias

Cuando el cuerpo llega a un punto en el que ha perdido más del 10% de sus líquidos, se vuelve crítico para la salud. Los trastornos de la conciencia, la orientación, la circulación, los cambios de comportamiento y las alucinaciones pueden propagarse. A partir del 12% de deshidratación, es posible un shock hipovolémico (shock por deficiencia de volumen). En este caso, el volumen de sangre ha disminuido tanto que la presión arterial es muy baja. El corazón continúa bombeando para compensar, pero el cerebro y las partes externas del cuerpo ya no reciben suficiente sangre. Puede ocurrir pérdida del conocimiento o inconsciencia. Las manos y los pies se vuelven pálidos y fríos con deshidratación severa. Pueden aparecer otros síntomas. Si el fluido corporal disminuye aún más, puede ocurrir un colapso circulatorio o incluso un coma. Estas serían las consecuencias de una deshidratación severa Los desencadenantes comunes de una falta extrema de agua con shock son diarrea severa, vómitos severos, pérdida importante de sangre y quemaduras extensas.

Deshidratación en niños y ancianos.

En bebés y niños pequeños, la deshidratación puede ocurrir muy rápidamente porque sus cuerpos tienen pocas reservas. Los jóvenes y los mayores, en particular, deben prestar atención regular a sus hábitos de consumo de alcohol. Los desencadenantes más comunes de una gran escasez de agua en los niños son la diarrea, los vómitos, la fiebre y el calor o retozar en habitaciones calefaccionadas y mal ventiladas. Si los niños beben muy poco, también se produce rápidamente una deficiencia. Las bebidas más adecuadas son agua pura, agua mineral, frutas sin azúcar y té de hierbas, así como rociadores de frutas diluidos. Es mejor evitar el néctar de frutas, los jugos de frutas, las bebidas dulces como los refrescos de cola o la limonada, el té helado y las bebidas de chocolate, ya que contienen demasiada azúcar.

Las personas mayores también deben tener especial cuidado con sus hábitos de bebida, ya que a menudo sufren de deshidratación. El cuerpo cambia con la edad: en este caso, las reservas de líquido y la sensación de sed disminuyen, aumenta la excreción de agua a través de los riñones. Esto significa que la sed puede estar completamente ausente en la deshidratación leve. Los planes de bebida pueden ayudar aquí, ya que muestran cuánta agua se debe beber para que el organismo esté suficientemente hidratado. Cuando las personas mayores no pueden cumplir con dichos planes debido a problemas de salud, es beneficioso si los miembros de la familia, los cuidadores o los cuidadores los apoyan para que beban lo suficiente. Los problemas de salud como el estreñimiento en las personas mayores suelen ser el resultado de la deshidratación. En muchos casos, esto es el resultado de una supervisión o cuidado inadecuados. Se requiere atención y acción consciente cuando se trata de prevenir la deshidratación.